“Alexis no murió!!!!, el Gobierno lo mato!!!!!
VIOLENCIA Y SOLIDARIDAD
Desde los primeros minutos de la represión policíaca en San Salvador Atenco, la intención era clara: la orden de los de arriba era destrozar. Destrozar a golpes, toletazos y patadas. Destrozar con gritos, con violación sexual, con disparos. La intención era clara al ver la ola negra y pestilente de los miles de granaderos que se formaban en las entradas de las calles que llevan al zócalo de Atenco, ola negra que entraría como una línea de veneno que viaja por las venas buscando el corazón.
Apenas se veía la insidiosa cumbre de la ola en la oscuridad de la madrugada cuando escupió las primeras raya de veneno: disparos de granadas de gas lacrimógeno. A nivel de los cuerpos de quienes estaban en la calle, líneas rectas de fuego marcaron las trayectorias fatales de esas granadas. En los primeros minutos de la madrugada la intención de destrozar era tan clara como estos disparos alumbrados, y en estos primeros instantes un policía disparó contra un joven estudiante, Ollin Alexis Benumea Hernández. Le tiró en la cabeza y le tumbó en la calle.
Ese fue el primero de muchos disparos que el estado lanzo contra Ollin Alexis, contra su familia, contra sus compañeros, contra La Otra Campaña, contra Atenco, contra México, contra el mundo. Después vino el cerco al pueblo, la Policía Federal Preventiva, anti-constitucional, impidió el ingreso de ambulancias de la Cruz Roja Mexicana y así aseguro la prevención de la atención médica urgente para salvar la vida de Ollin Alexis. Después vinieron los cateos a las casas. Sacaron a golpes a mujeres y hombres, niñ@s y ancian@s para golpearles y torturarles, para violarles y encarcelarles, sembrando otra ola de terror en todo el pueblo: l@s que salieron a la calle para buscar atención médica solo recibían más golpes.
Después, el hostigamiento a la familia en el hospital a donde por fin llevaron a Ollin Alexis en una combi. Después las mentiras del gobierno, el olvido del estado, la tremenda maquinaria de la impunidad. Tantos disparos que ni los podemos contar. Fueron 34 días de disparos incesantes contra Alexis, contra su familia, contra Atenco, México y el mundo, hasta que a Alexis lo mataron.
Muchas veces no aprendemos lo que esta detrás de una palabra, lo que esta arraigado, hundido en un concepto, hasta que una experiencia nos enseña; y muchas veces nos enseña a golpes. Ollin Alexis nos enseña lo que esta detrás de la palabra solidaridad, lo que esta arraigado en el concepto de ser solidario, arriesga la vida por el compromiso y el amor. Alexis no creció en Atenco, no tuvo familia ahí, tampoco se encontraba ahí nomás, por casualidad. Alexis se fue a Atenco junto con su padre, para contestar un llamado de compañer@s que pedían solidaridad. Sabían del peligro, pero también sabían de la necesidad. Tomaron la decisión, y fueron. Y a la mera hora de la violencia de estado, Alexis y su padre, junto con otr@s compañer@s, se fueron hasta adelante en los primeros minutos, cara a cara con la repugnante ola de represión. Y ahí la ola negra les disparó una y muchas veces. Ahí destrozó la vida de Alexis.
Pero el hecho de solidaridad, un acto de compromiso y amor hecho eterno por la maldita alquimia del disparo, ahora despierta movimiento; el espíritu de su nombre ---- Ollin, movimiento en Náhuatl--- el espíritu de la danza sembrada en su familia y en sus largas hora de entrega a la disciplina del bailarín, ahora viven en el movimiento que la entrega de Ollin Alexis despierta. Así la solidaridad que Alexis nos enseñó contesta al odio de la represión y llega amor y rebeldía a su familia, a Atenco, a México y al mundo.
Ollin Alexis no estaba solo. Llegó a San Salvador Atenco con centenares de compañer@s que arriesgaron la vida por la misma solidaridad. Fue llevado al hospital por compañer@s en solidaridad, fue acompañado en el hospital durante su larga lucha contra la muerte, acompañado en su velorio y en su funeral por centenares de compañer@s en solidaridad. Pero sobretodo a sido acompañado por su familia que no deja de estar a su lado, no abandonó su lucha ni por un instante. Su familia mostró una gran fuerza que rompe la ola negra de odio, fuerza de rabia, de amor y de compromiso, con ojos que luchan contra las vendas del dolor y miran al horizonte, desde un templete en el zócalo de la Ciudad de México, 10 de junio del 2006 parad@s contra el sol contra el olvido, con carteles para gritar más fuerte que el silencio, que la distancia: “Alexis tu familia esta presente en la lucha.
Apenas se veía la insidiosa cumbre de la ola en la oscuridad de la madrugada cuando escupió las primeras raya de veneno: disparos de granadas de gas lacrimógeno. A nivel de los cuerpos de quienes estaban en la calle, líneas rectas de fuego marcaron las trayectorias fatales de esas granadas. En los primeros minutos de la madrugada la intención de destrozar era tan clara como estos disparos alumbrados, y en estos primeros instantes un policía disparó contra un joven estudiante, Ollin Alexis Benumea Hernández. Le tiró en la cabeza y le tumbó en la calle.
Ese fue el primero de muchos disparos que el estado lanzo contra Ollin Alexis, contra su familia, contra sus compañeros, contra La Otra Campaña, contra Atenco, contra México, contra el mundo. Después vino el cerco al pueblo, la Policía Federal Preventiva, anti-constitucional, impidió el ingreso de ambulancias de la Cruz Roja Mexicana y así aseguro la prevención de la atención médica urgente para salvar la vida de Ollin Alexis. Después vinieron los cateos a las casas. Sacaron a golpes a mujeres y hombres, niñ@s y ancian@s para golpearles y torturarles, para violarles y encarcelarles, sembrando otra ola de terror en todo el pueblo: l@s que salieron a la calle para buscar atención médica solo recibían más golpes.
Después, el hostigamiento a la familia en el hospital a donde por fin llevaron a Ollin Alexis en una combi. Después las mentiras del gobierno, el olvido del estado, la tremenda maquinaria de la impunidad. Tantos disparos que ni los podemos contar. Fueron 34 días de disparos incesantes contra Alexis, contra su familia, contra Atenco, México y el mundo, hasta que a Alexis lo mataron.
Muchas veces no aprendemos lo que esta detrás de una palabra, lo que esta arraigado, hundido en un concepto, hasta que una experiencia nos enseña; y muchas veces nos enseña a golpes. Ollin Alexis nos enseña lo que esta detrás de la palabra solidaridad, lo que esta arraigado en el concepto de ser solidario, arriesga la vida por el compromiso y el amor. Alexis no creció en Atenco, no tuvo familia ahí, tampoco se encontraba ahí nomás, por casualidad. Alexis se fue a Atenco junto con su padre, para contestar un llamado de compañer@s que pedían solidaridad. Sabían del peligro, pero también sabían de la necesidad. Tomaron la decisión, y fueron. Y a la mera hora de la violencia de estado, Alexis y su padre, junto con otr@s compañer@s, se fueron hasta adelante en los primeros minutos, cara a cara con la repugnante ola de represión. Y ahí la ola negra les disparó una y muchas veces. Ahí destrozó la vida de Alexis.
Pero el hecho de solidaridad, un acto de compromiso y amor hecho eterno por la maldita alquimia del disparo, ahora despierta movimiento; el espíritu de su nombre ---- Ollin, movimiento en Náhuatl--- el espíritu de la danza sembrada en su familia y en sus largas hora de entrega a la disciplina del bailarín, ahora viven en el movimiento que la entrega de Ollin Alexis despierta. Así la solidaridad que Alexis nos enseñó contesta al odio de la represión y llega amor y rebeldía a su familia, a Atenco, a México y al mundo.
Ollin Alexis no estaba solo. Llegó a San Salvador Atenco con centenares de compañer@s que arriesgaron la vida por la misma solidaridad. Fue llevado al hospital por compañer@s en solidaridad, fue acompañado en el hospital durante su larga lucha contra la muerte, acompañado en su velorio y en su funeral por centenares de compañer@s en solidaridad. Pero sobretodo a sido acompañado por su familia que no deja de estar a su lado, no abandonó su lucha ni por un instante. Su familia mostró una gran fuerza que rompe la ola negra de odio, fuerza de rabia, de amor y de compromiso, con ojos que luchan contra las vendas del dolor y miran al horizonte, desde un templete en el zócalo de la Ciudad de México, 10 de junio del 2006 parad@s contra el sol contra el olvido, con carteles para gritar más fuerte que el silencio, que la distancia: “Alexis tu familia esta presente en la lucha.
"Este numero de palabras de la otra campaña esta dedicado a la memoria y al movimiento de Ollin Alexis, y dedicado a la fuerza de su familia y a la solidaridad de quienes luchan desde abajo y a la izquierda en México y en el mundo."
Tomado de: PALABRAS de LA OTRA
Una publicación hecha en la KARAVANA de la Otra Campaña
Una publicación hecha en la KARAVANA de la Otra Campaña
Alexis, Baila!!! Baila!!! Que la danza de la muerte solo te hará cosquillas.
Quienes mueren por la vida, NO!! pueden llamarse muertos.
“Ojala viva una parte de Alexis en cada uno de nosotros”
Quienes mueren por la vida, NO!! pueden llamarse muertos.
“Ojala viva una parte de Alexis en cada uno de nosotros”
Abajo y a la Izquierda, con todo mi corazón: para todos nuestros muertos, que están muy vivos……. reclamando justicia.
EL 7 PM
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