jueves, septiembre 27, 2007

Las cartas a los Cerezo

a los Cerezo
josé gil olmos México, D.F., 26 de septiembre (apro).- Felipe Calderón ya tiene dos desaparecidos políticos, un hecho que demuestra el resurgimiento de la “guerra sucia” y la militarización de la vida política nacional.
Se trata de Gabriel Alberto Cruz Sánchez y de Edmundo Reyes Amaya --desaparecidos desde el 25 de mayo--, presuntos miembros del Ejército Popular Revolucionario, cuya presentación con vida exige el grupo armado.
El EPR acusa a los militares de la desaparición.En los hechos es claro que a Calderón le gusta el uniforme militar. La casaca, la boina, las insignias, las tropas, las armas, todo lo que usan las fuerzas armadas le atraen al panista, porque le dan la seguridad que necesita para legitimarse.
Calderón ha utilizado a los militares para combatir al narcotráfico pero también lo está usando para luchar contra la guerrilla, principalmente contra el EPR, que con las explosiones en los gaseoductos de Pemex exhibió la debilidad del gobierno calderonista.
La respuesta del gobierno federal ha sido el uso de las mismas estrategias que se utilizaron en la “guerra sucia”: la persecución y el terror militar y policial en contra de los guerrilleros y sus familias, tal es el caso de los hermanos Cerezo.
En los últimos meses los hermanos Cerezo (Emiliana, Francisco y Alejandro) han recibido una serie de mensajes con amenazas de muerte, en los cuales los relacionan con los líderes fundadores del EPR, principalmente con Tiburcio Cruz Sánchez, presuntamente su padre, a quien se le identifica como el jefe máximo del grupo armado.
Los mensajes provienen de un correo Tiburcio Loxicha (miscerezos@hotmail.com) y están fechados en junio, agosto y septiembre.
El lenguaje utilizado en cada uno de ellos es directo, mordaz, soez, amenazante. El último de ellos confirma que Alberto Cruz y Edmundo Reyes están retenidos en una cárcel clandestina, donde son torturados para sacarles la información del paradero de los líderes del EPR.

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