lunes, mayo 14, 2007

El Partido Nazi mexicano sale del clóset

Confundidos entre los grupos católicos que tomaron las calles para protestar contra la despenalización del aborto, organizaciones nazi-fascistas que durante décadas se mantuvieron en la clandestinidad o integrados en un tiempo a grupos ultraderechistas como los cristeros o al movimiento sinarquista, aprovecharon los hechos para salir del clóset.
Arropados por organizaciones católicas ultraderechistas, grupos nazis y fascistas gestan su crecimiento en México. Durante décadas lograron mantenerse en la clandestinidad, pero en la actualidad, identificados con el gobierno de Felipe Calderón, han decidido salir a las calles y manifestar públicamente su ideología.
Para su reaparición, el debate sobre la legalización del aborto en el Distrito Federal fue el marco oportuno para que los militantes del Partido Nacional Socialista (PNS), confundidos con los integrantes de movimientos católicos, salieran a expresar una posición radical y violenta a defender la vida.En el pasado, el germen de su crecimiento fue controlado por los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Se replegaron y se integraron algunos al movimiento nacional sinarquista, otros de los más violentos decidieron afiliarse a los Tecos, de la Universidad Autónoma de Guadalajara, grupo vinculado con el fascismo y con líderes del Ku-Klux-Klan.Durante décadas, principalmente en los sesenta y setenta, estas organizaciones de nazis y fascistas, siempre de la mano con grupos católicos ultras como los cristeros y sinarquistas, tuvieron una actividad violenta intensa que disminuyó en los últimos años.Pero el hecho de no ser visibles, no significa que se hayan eliminado, porque la relación entre cristeros, sinarquistas y franquistas —quienes se identifican con grupos pronazis—, se mantiene porque se identifican en temas como la defensa de la vida, no al aborto, en contra de la ley de convivencia, no al homosexualismo, es decir en toda la moral religiosa.
Para el investigador de organizaciones de derecha, Edgar González Ruiz, las células nazistas que están en el país apoyaron las campañas de la jerarquía católica en contra de la despenalización del aborto, porque consideran que es resultado de un complot “judeo-masónico”.Y con la idea de adaptar un nazismo a las realidades de América Latina, estos grupos hitlerianos hacen suyas las consignas de El Vaticano contra el aborto y las sociedades de convivencia, por lo que asegura González suelen asistir a marchas en defensa de la vida. Sin embargo, desde hace varios años no se habían dejado ver como grupos beligerantes, que lo son.
Recuerda que desde la década de 1930, los extremistas católicos simpatizaron con las corrientes totalitarias de Adolfo Hitler y Benito Mussolini, así como con el dictador español Francisco Franco. Desde entonces los falangistas españoles han estado activos en México pero trabajan con mucha reserva, cobijados por el sinarquismo mexicano y por los movimientos católicos más conservadores de la Iglesia católica, así como por algunos integrantes del Partido Acción Nacional, como su actual secretario adjunto Carlos Abascal Carranza, e integrantes del sector empresarial.
La UR
Bajo la bandera negra con un círculo y una cruz en el centro blancas, se dieron cita en la Basílica de Guadalupe, en la Catedral Metropolitana y en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal; por su agresividad se distinguían del resto de los asistentes.
Durante la primera peregrinación, jóvenes vestidos de playera blanca y pantalón negro enarbolaron la bandera con esos símbolos que se identifican con el Ku-Klux-Klan; además, estaban impresas las letras UR.
Al ser cuestionados sobre el significado de este grupo, de manera agresiva señalaron “sólo UR” y la cruz, que “es céltica” para vencer las tinieblas.UR es un grupo fascista no católico creado en Italia en la década de 1930.
Su fundador fue Juluis Caesar Evola. UR es una denominación derivada de la raíz de la palabra “fuego nuevo puro”, en griego, y que coincide con la partícula que en lengua alemana significa primordial.En su primera aparición pública —el pasado 25 de marzo—, realizaron el recorrido de la Glorieta de Peralvillo hasta la Basílica de Guadalupe, en donde se integraron al Rosario que los fieles rezaron a favor de la vida y con fuerza gritaron consignas en contra del aborto.Al llegar al atrio del Santuario Mariano se colocaron en el costado izquierdo para escuchar la misa presidida por el cardenal Norberto Rivera Carrera, manteniendo en alto sus banderas negras.
Con esas mismas banderas, pero de una manera violenta, se dieron cita el pasado 12 de abril en las afueras de las instalaciones de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Ahí un hombre con cabello entrecano, quien dijo llamarse Arturo de la Peña, activista de derecha e integrante de la Guardia Nacional Mexicana, amenazó a los asambleístas pro abortistas de muerte.
Después de esta presentación agresiva y de conocerse que los asambleístas amenazados presentaron una demanda en su contra ante la Procuraduría General de la República, De la Peña no volvió a participar o al menos no de manera protagónica, en las manifestaciones a favor de la vida.
El diputado perredista, Víctor Hugo Círigo, mencionó que entre los señalamientos lanzados en contra de los asambleístas estaban el que formaban parte de “una conspiración judía”; con estas afirmaciones, el origen de la amenaza se puede ubicar entre “grupos fascistas y racistas”.
El membrete de Guardia Nacional Mexicana es la primera ocasión que se registra, pero al igual que De la Peña, éste desapareció con él.Para la segunda peregrinación, realizada el 22 de abril, del Monumento a la Madre hacia la Catedral Metropolitana, jóvenes vestidos de negro que ocultaban su rostro con un paliacate, enarbolando las mismas banderas de UR, se ubicaron en el monumento a Cristóbal Colón mientras caminaba el contingente de fieles sobre avenida Reforma y religiosas repartían folletos a favor de la vida a los automovilista y transeúntes.
Ellos, con las banderas en alto, gritaban consignas en contra del aborto.
Y misteriosamente, así como aparecieron, se replegaron, pero esto no significa que se hayan decidido abandonar su lucha; por el contrario lograron atraer la atención.En estos movimientos religiosos a favor de la vida, los nazistas y fascistas no se atrevieron a sacar la suástica nazi, plasmada en mantas, como lo hicieron durante las protestas de los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social cuando se realizaban las modificaciones a su contrato colectivo.
Además, en referencia al entonces director del IMSS Santiago Levy que lo llamaron judío, con una actitud racista. En ese momento se mencionó que lo preocupante es que los trabajadores organizados en el sistema político priista han comenzado a coquetear con el fascismo.

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